Los habitantes de las nación panameña no caracterizamos por el empuje y entusiasmo que damos cuando deseamos desarrollar una idea, impulsar un proyecto o avanzar hacia objetivos determinados.
El reciente desfile de la Mil Polleras demostró como un pueblo amante del folclórico, logró la meta deseada y alcanzó el reconocimiento por los esfuerzos realizados.
También hay otros hechos sobresalientes como la organización de las ferias y entre ellas no podemos menospreciar el carácter extraordinario de la Feria de las Flores y del Café que se desarrolla en el distrito de Boquete, provincia de Chiriquí.
En Boquete se demuestra que el arte también se puede alcanzar en la jardinera y desarrollar con la eficiencia que la situación amerita.
Panamá tiene valiosos artistas y organizadores que como recursos humanos son dignos de reconocimiento.
Organizar un desfile de polleras; una feria de flores y café; un encuentro ganadero, desfile de navidad o un carnaval requiere una destreza especial que solo se consigue con personas talentosas.
Ahora bien, si tenemos el recursos humano valioso y proliferan talentos para organizar eventos extraordinariamente artísticos, también debemos considerar desarrollar actividades similares tales como un desfile o caravana festiva con comparsas murgas y todo el jolgorio disponible para recoger la basura que nos ahoga y amenaza con desatar una catastrófica epidemia.