Mañana martes se conmemoran 60 años de aquel ultraje que el 9 de enero de 1964 se cometió contra nuestra bandera cuando fue desgarrada y pisoteada por residentes en la otrora Zona del Canal.
Aquel incidente inyectó nuestro fervor nacionalista para iniciar un proceso negociador que, después de un intenso calvario de reuniones, finalizó y exterminó la llamada Zona del Canal.
Han pasado 60 años, y a pesar que recuperamos nuestro territorio, no se restañan todas las heridas morales causadas por el ultraje cometido a nuestra sagrada bandera y la agresión a heróicos estudiantes del Instituto Nacional, centro de enseñanzas honrosamente conocido como el Nido de Águilas.
Hoy hierve el recuerdo nacionalista de los que vivieron aquel nefasto 9 de enero de 1964 que fue el pivote que accionó las negociaciones que resolvió el conflicto con el gobierno estadounidense.
Se recuperó el territorio usurpado pero no estamos satisfechos. Todavía hay una extensa agenda de obras por realizar y sobretodo debemos mantenernos alertas para que el territorio que nos pertenece no se convierta en botín de intereses personales y económicos de una casta privilegiada.
La otra Zona del Canal, con sus envidiables urbanizaciones, tiene sectores prácticamente abandonados pero gradualmente se van desarrollando ideas, recuperando espacios, creando condiciones ambientales adecuadas y disfrutando los privilegios que de ella emanan.
Se desarrollan ideas y estructuras con tintes nacionalistas.
Proliferaron en el ambiente, el deseo de transformarla en un emporio comercial que internacionalmente sea un modelo extraordinario pero evitando la perversa injerencia política.
Debemos continuar en su desarrollo para generar ingresos, crear empleos y reafirmar que : “Hemos avanzado, pero la lucha continúa”.