Como todos los años y cumpliendo con los preceptos legales, el señor Presidente de la República, se dirigirá a la nación en los primeros días del año venidero.
Será en los predios de la Asamblea Nacional donde el mandatario pronunciará sus palabras ante un cuerpo legislativo cuyo comportamiento no ha sido del agrado de la nación y ante un considerable número de parlamentarios que, si piensan reelegirse, no recibirán el beneplácito de los votantes.
Hay interés por escuchar el mensaje del presidente de la república y, sobretodo, saber cómo valora recientes hechos que constituyeron una repulsa a su administración.
Nuestro país está zafándose de una protesta generalizada, jamás vista en la historia y cuyas consecuencias tendrán repercusiones económicas fatales en todos los estratos sociales y que ahuyentó a inversionistas cuyas ilusiones se desvanecieron.
Los panameños, preocupados por el bienestar y el robustecimiento económico del país, esperamos que del mandatario salgan palabras alentadoras.
Además dentro de seis meses se efectuarán elecciones generales para escoger a las nuevas autoridades que el 1 de julio de 2024 asumen el control del gobierno.
No sabemos que agenda traerán los próximos gobernantes pero urge que tenga agendas que enmiendan los errores que nos dejará esta administración.
Esperamos que este gobierno termine su administración con hechos alentadoras y no se intente trastocar la voluntad popular ni se malogre las simpatías por un candidato a través de manipulación del sistema judicial que, al parecer, está siendo utilizado como arma política para degollar aspiraciones de un candidato que las encuestas marcan como el favorito.
Deseamos escuchar un discurso donde el mandatario de la nación salga airoso de una jornada gubernamental que, a pesar de sus esfuerzos, lamentablemente le fue difícil.