Panamá es un país sobre saturado de leyes beneficiosas que no se cumplen, por lo tanto, los favorecidos no las disfrutan por ignorar los preceptos legales.
Aquel que no conoce las leyes que lo benefician es como el analfabeta que, por no leer, ignora los peligros que a diario lo acechan.
Los integrantes de la Asamblea Nacional han sido vilipendiados por ciudadanos inconformes pero parte del desprestigio del órgano legislativo surge, en gran medida, por una epidemia llamada ignorancia que, lamentablemente, padece la mayoría de la población.
Uno de los defectos notables, especialmente entre los llamados adultos mayores, es ignorar los ventajas que se derriban en la aplicación de la Ley 6 de 16 de junio de 1987 que es el instrumento legal que regula derechos y beneficios que rigen para pensionados, jubilados y adultos mayores, nacionales o extranjeros que residen en el país.
Acertada es la idea de la diputada Mayín Correa al divulgar a través de un panfleto sencillo y sin tantas rimbombancias literarias, los beneficios que reciben pensionados, jubilados y personas de la tercera edad contemplados en la Ley 6 de 16 de junio de 1987.
Mientras algunos legisladores aprovechando el recinto para pronunciar discursos regañones cargados de controversias políticas, la diputada Mayín Correa, sabiamente emitió una edición especial de un panfleto sencillo y literalmente digerible sobre los beneficios del instrumento legal conocido como ley 6 del 16 de julio de 1987 que favorece a hombres mayores de 60 años y mujeres de más de 50 años.
El documento no es una propaganda política; no contiene exhortaciones a inclinarse por uno u otro candidato; está redactado en forma sencilla, manuable y cada jubilado, pensionado o ciudadano de la tercera edad, nacional o foráneo, lo debe cargar como parte de sus documentos personales para no ser estafados por aquellos que se aprovechan de la ignorancia de adultos mayores para descaradamente robarles al ocultar sus privilegios.