Uno de los causantes del resentimiento social que afecta a la población panameña, es el menosprecio de las autoridades por las personas talentosas.
Nuestra nación cuenta con valioso recursos humanos que no son apreciados y en ocasiones subutilizados.
Existe el pésimo criterio de que para ocupar un cargo público, donde el profesional pueda poner su sabiduría al servicio de la nación, debe ser miembro de una de las organizaciones políticas que controlan el gobierno.
Panamá es una nación generosa en personas capacitadas, sin embargo, el recurso humano valioso es ignorado y para ser utilizado tiene que someterse a los caprichos de una organización política donde se dictan pautas diferentes a los criterios que rigen la decencia y el comportamiento profesional.
Lamentablemente estamos concentrados en criterios políticos y no el profesional que debe regir en un país donde los intelectuales deben ser valorados en su justa dimensión y no menospreciados por no militar en la organización política gobernante
El pleito electoral que se desató tendrá susconsecuencias políticas.
Tenemos exagerado número de aspirantes a cargo públicos.
Pero no importa quienes ganen, será necesario valorar a la clases intelectual porque no tomarlos en cuenta profundizará el resentimiento de aquellos que saben un oficio necesario para el desarrollo de la nación pero son menospreciado por no militar en las banderías política que gobiernan.