El objetivo de la comisión era determinar si Johnson mintió intencionadamente al Parlamento al afirmar que las restricciones contra el covid-19 habían sido respetadas durante las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos de 2020 y 2021.
«No existe ningún precedente de un primer ministro que haya engañado deliberadamente a la Cámara«, afirmó la comisión. «Engañó a la Cámara en un asunto de la mayor importancia para la Cámara y para el público, y lo hizo reiteradamente», agregó.
Por su parte, en un comunicado, Boris Johnson denunció un «día terrible para la democracia»: «Ningún diputado está a salvo de la venganza o la expulsión por cargos falsos», prosigue.
«La comisión no encontró ni una sola prueba», afirmó Johnson que en un vehemente comunicado aseguró que su asistencia a las fiestas se trató de una cuestión «legal» requerida por su trabajo.
Una severidad compartida por sus aliados políticos. El ex ministro Jacob Rees-Mogg criticó la supuesta subjetividad de la presidenta laborista de la comisión parlamentaria, que en su opinión socavaba la integridad del informe. Otros señalan la inusual severidad de las sanciones recomendadas.
Indignación
En la oposición, la número dos del partido laborista, Angela Rayner, se mostró indignada por las reacciones del bando de Johnson: «Es incapaz de asumir la responsabilidad de lo que hace, Boris Johnson es un delincuente y un mentiroso».
Portavoces del Gobierno se negaron a decir si Rishi Sunak había leído el informe, publicado en la mañana del jueves 15 de junio. Está previsto que los diputados voten sobre el texto y las sanciones recomendadas el lunes; el ministro de Relaciones con el Parlamento ha indicado que el Partido Conservador no dará instrucciones de voto.
Fuente: Radio Francia Internacional / Émeline Vin corresponsal en Londres